Reposado en el cemento infernal,
invernado,
gélido.
Allí yace mi nombre,
el que escojo,
el que me ancla y crea.
Allí,
en la fría piedra.
Aquí estoy,
aquí vivo.
Y el gris impenetrable canta con colores.
Piano, piano.
Lejos del centro.
Piano, piano.
Al infinito.
Atenta documento!
Remece sus pisadas,
tiembla en mi honor,
ruge y destierra.
Y haz de esta vereda un camino,
haz de esta luz
una canción.
el camino se convierte en vereda. las pisadas se hacen nombre.
ResponderBorrarla luz canta.
¡que lindo es escribir en las calles...!
Pobre Castañeda! sus intentos por hermosear Lima...en vano! jjj
ResponderBorrarjajaja, que le corten la cabeza!
ResponderBorrarNo hay nada mejor que pasear por la calle y ver cómo vamos transformando la ciudad. Me divertía muchísimo pegando los stickers de Freak Army por todos lados sabes?
Que viva la anarquía, jajaja.
Besos,
ERre!