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Es la medianoche.
La luna
alta
acariciando el cénit por la cadera.
Llena
casi
de todas las aguas del mar.
Un aro de luz
un gran ojo,
y la luna
una pupila completamente contraída,
concentrada,
concéntrica
la luz
su deRredor.
ERre!
esperando el aroiris.
El hombre de hierro.
Los perros aúllan,
inquietos,
poseídos.
Nadie lo quiere, sólo observa al mundo.
Los amigos se despiden.
Y el aroiris?
El Sol,
es mi luz en tu noche
que se despide de ti.
A dormir?
Sí
a dormir
mi luz
mi día
mi nuevo sol.
Y dejamos a los fenómenos solo para el primer día de la semana.
En los ojos de todos.
A luz de la luna.
Y sí,
cabe
cabe
un
sol
más.
Ay Abuelita Rosa
ResponderBorrarse que me miras desde el cielo,
mi Luna,
de mis Lunas.
Me bañaste.
Báñame con tu luz
una
una vez más.
Que en ti creo,
en tu
Amor
aMaR
el
mAr.
ERre!
Ay, qué misteriosa eres, cómo me llamas a recordar, darte, Rosa del Mar. Mi mar. Mi sueño.
ResponderBorrarERre!